Según un estudio del Grupo ASE, el precio de la luz en el mercado mayorista (POOL) de los primeros 18 días de julio se sitúa en los 60,82€/MWh. Esta cifra supone un incremento del 4% sobre el precio del mes pasado de junio y una diferencia al alza del 25,1% respecto al precio que marcaba en julio de 2017. De seguir así, julio cerrará como el mes más caro del año y todo apunta, según los expertos de Grupo ASE, a que tendremos que acostumbrarnos a que el precio de la electricidad seguirá siendo caro.

 

Sin señal de precio horario

En lo que va de julio, en el POOL apenas hay diferencia de precio entre las horas valle (nocturnas), que están marcando una media de 57,62 €/MWh, y las horas punta, con una media de 62,42 €/MWh. Esta ausencia de señal económica horaria, que invitaría a consumir en las horas más baratas, se debe en gran medida a que todas las tecnologías del mix energético están presentando ofertas de precio muy homogéneas.

El precio de la luz no encuentra techo: ya está un 25% más caro que hace un año

El carbón, que ha incrementado notablemente el precio de sus ofertas por la internalización de la subida del coste de las emisiones, ya se sitúa en niveles 60 €/MWh, igual que el gas. Aprovechando esta circunstancia, las energías renovables, especialmente la eólica y la hidráulica, están sacando el máximo rendimiento de su limitada producción en verano, a pesar de que su aportación al mix en estas fechas es menor.

De esta forma, todas las tecnologías se han situado en niveles de precio del entorno de los 60 €/MWh. Parece complicado que este “empate” se pueda romper si no hay un cambio de fuerzas en el mix energético actual. Más bien parece que va a ocurrir lo contrario: mientras se anuncia el cierre de centrales térmicas, la potencia instalada de fuentes de generación alternativas no se incrementa, lo que reducirá la oferta.

La señal de precio “cara” que nos da el mercado debería ser un incentivo para invertir en energías renovables, pero mientras eso sucede, y no se prevé que ocurra a corto plazo, la energía hidráulica campa a sus anchas y cierra el 70% de las horas sin apenas competencia. Parece que los consumidores asumiremos el coste de esta transición energética, a falta de planificación a largo plazo por parte de los sucesivos gobiernos.

FUENTE: Artículo originalmente publicado en ielektro. Consulta el original AQUÍ.

Artículo publicado en la revista Voltimum