Mediante el uso de un simple LED y un panel fotovoltaico, Harald Haas y su equipo son los pioneros de una tecnología que transmite información a través de la luz. Descubre cómo puede ser el futuro de Internet.
¿Por qué la luz?
La luz visible corresponde a una parte del espectro electromagnético donde las ondas se cargan con mucha más energía y por lo tanto a velocidades más altas que una onda de radio.
La luz tiene un rango de frecuencia de miles de veces mayor, llegando a 750 THz, comparado con las ondas de radio que alcanzan un máximo de 300 Hz. Esto significa que la luz tiene la capacidad de transmitir más impulsos de datos en mucho menos tiempo que las ondas de radio. Este concepto de transmisión de datos a través de la luz fue llamado Li-Fi .
¿Cómo funciona?
Li-Fi es un sistema de comunicación inalámbrica por medio de lámparas LED, que funcionan de la misma manera que la conexión Wi-Fi cuando utiliza routers para recibir datos. La diferencia entre estos sistemas reside pues en el tipo de ondas: de luz visible o otra de radio.
El Li-Fi es un sistema simple constituido por un receptor fotosensible y un procesador de señal que convierte la luz en datos.
La corriente eléctrica que alimenta el LED se puede activar, desactivar o controlar su intensidad, la información es envíada a través de la luz, y es interpretada por un procesador fotosensible que detecta variaciones sutiles en la intensidad de los rayos de luz. Estas variaciones se traducen en una señal en código binario que se traspasa a los ordenadores y dispositivos móviles en forma de datos.
La principal desventaja de Li-Fi es que sus señales no pueden atravesar las paredes u otros objetos sólidos, por lo que esta tecnología requiere la existencia de un transmisor y un receptor en la misma línea de visión.
¿Es una tecnología de fiar?
Los investigadores han logrado alcanzar velocidades de 10 gigabits por segundo, para que os hagáis una idea, las velocidades de Internet en Corea del Sur, el país con la internet más rápido en el mundo, rondan los 100 000 megabits por segundo.
Pero también en contexto comercial Li-Fi se ha convertido un éxito. En Estonia, uno de los países a la vanguardia de la tecnología, se probó el sistema, demmostrando una transmisión de datos de cerca de un gigabit por segundo, aproximadamente 100 veces más rápido que la velocidad media de la corriente de conexión Wi-Fi.
¡Y aún hay más! Investigadores de la Universidad de Oxford publicaron resultados de este sistema equivalentes a 18 gigabits por segundo. Aunque la tecnología de servidor actual tampoco debe apoyar tales velocidades, los resultados son prometedores y auguran soluciones muy optimistas en el futuro.
¿En qué punto se encuentra el Li-Fi?
Con sede en Edimburgo, PureLiFi es una empresa que cree en esta tecnología y en la que un grupo de inversores han ingresado £ 1,5 millones (alrededor de 1,9 millones de euros), valorándola en £ 14 millones (alrededor de 17,5 millones de euros).
Harold Haas, cofundador de la compañía, dice lo siguiente con motivo de su participación en una conferencia de TED: «Las lámparas ya están instaladas . La infraestructura ya está montada y todo lo que hay que hacer es sustituir las bombillas incandescentes ineficientes por la tecnología de lámparas LED. Los LED son semiconductores, lo que nos permite a modular su intensidad, o incluso encender y apagar, a velocidades increíbles. Un punto fundamental detrás de esta tecnología. «
Harold espera ser capaz utilizar el sistema con las cámaras de los dispositivos móviles, pues los sensores fotosensibles de sus lentes funcionan como receptores de datos a través de la luz.
Otra de las dudas a resolver es si deberá estar la luz encendida para poder utilizar internet, la respuesta es no: bastará con reducir la intensidad de la luz hasta un nivel no detectable para el ojo humano, siendo aún suficiente como para que el receptor pueda leerlo.
Conclusiones
Es fácil concluir que esta es una posible alternativa a la conexión Wi-Fi, o al menos, un buen complemento para la tecnología actual.
El Li-Fi es un claro ejemplo del poder del «Internet de las cosas», que se convierte en una realidad cercana, en un escenario en el que todos los dispositivos electrónicos pueden comunicarse entre sí. Todo ello permitiría hazañas como que un refrigerador enviara una lista de la compra al el teléfono, o que un puente pudiera emitir una advertencia de daños estructurales directamente al equipo de ingenieros responsables. Si el Li-Fi llega a estar totalmente disponible para todos, podríamos presenciar una verdadera revolución tecnológica.
¡El futuro se acerca!
